No todo ha sido malo en el 2020
Este año ha sido un año duro; un año de incertidumbre, de dolor, de pérdida... Ha sido el año de los abrazos en la distancia, de las videollamadas para poder ver el rostro de nuestro seres queridos, del cargar con la mascarilla a todos lados y volver mil veces atrás porque se nos ha olvidado. Yo me siento afortunada, porque, por suerte, los míos están bien (y cruzo los dedos para que siga siendo así), pero soy muy consciente de que hay un montón de gente que ha perdido mucho. 2020 será ese año para olvidar, el que todos queremos que acabe de una vez. Pero yo no quiero quedarme con lo malo. Creedme, no es que yo sea la persona más optimista del mundo (a veces, soy más de verlo todo negro y ponerme en lo peor). Estamos en diciembre, esto se acaba, así que me gustaría extraer todo lo bueno que me ha dejado este año y brindároslo, porque, dejadme que os diga, vosotros sois una parte muy grande de mis logros este año. Sois los que estáis ahí, los que compráis mis libros, los que disfrutáis